Nuestro cuero cabelludo pasa por diferentes etapas: crecimiento, que ocupa la mayor parte de su ciclo; otra de transición; y finalmente, la fase en la que se cae. Cada ser humano tiene un cabello único, y la genética cumple un papel importante en las características del mismo. De acuerdo con Oma Agbai, docente de dermatología de la Universidad de California, el grosor, la longitud, el brillo y la resistencia son indicadores de un cabello saludable. Además de la pérdida excesiva, otros signos de mala salud capilar incluyen cabello fino con el cuero cabelludo visible, falta de brillo y daño en las puntas.
Recomendaciones para un cabello sano
- Uso de planchas y secadores: Según la dermatóloga Sharon Wong, no se requiere dejar de utilizarlos por completo sino revisar la intensidad del calor de los dispositivos y su frecuencia de uso. Por ejemplo, al utilizar una plancha para alisar el cabello, es recomendable mantener el calor por debajo de los 180 grados, ya que temperaturas superiores pueden dañar las proteínas y desnaturalizar el cabello, recordando que este consiste en un 90% de proteínas. Asimismo, el uso frecuente de estos dispositivos, dos o tres veces por semana de forma continua, puede generar un daño acumulativo que resulta en un cabello más quebradizo.
- Frecuencia del lavado: La dermatóloga explica que la frecuencia de uso de champús y acondicionadores varía según las necesidades individuales del cuero cabelludo, se adapta al estilo de vida de cada individuo. El propósito del champú es limpiar el cuero cabelludo y establecer una base adecuada para un crecimiento saludable y la función del acondicionador es nutrir el cabello y prevenir la sequedad.
- Revisa los ingredientes de tus productos capilares: La docente dermatóloga Oma Agbai, comenta que hay muchos champús que contienen lauril sulfato sódico, un agente limpiador fuerte. Aunque puede ser beneficioso para personas con cabello fino su uso frecuente puede causar resequedad. Por esto sugiere que, los champús con lauroil sarcosinato sódico y cocoil glicinato sódico son opciones más suaves y efectivas. Además, los champús sin sulfatos son ideales para quienes tienen cabello rizado o teñido, ya que los sulfatos pueden desvanecer el color rápidamente.
Por otra parte algunos contienen parabenos para prevenir la proliferación de bacterias y moho. Estos podrían causar reacciones alérgicas en personas sensibles, según Kheterpal. También, Agbai advierte sobre el formaldehído, que puede causar irritación y está clasificado como carcinógeno.
Para mantener un cabello sano y radiante, es crucial tener en cuenta diversos factores que influyen en su salud y apariencia. Desde las diferentes etapas por las que pasa nuestro cuero cabelludo hasta los cuidados específicos que debemos brindarle, cada detalle suma para lograr un cabello saludable.